Historias Maheso
Mónica Bergés
En uno de los enclaves más emblemáticos de la ciudad de Zaragoza se encuentra Gran Hotel de Zaragoza, actualmente un NH Collection, con una doble oferta de restauración y un único sello gastronómico: La Ontina.
Los productos de Maheso nos facilitan el día a día con un resultado de mucha calidad
Rosana Álvarez
Propietaria del Café Español
- Restaurante: Café Español
- Su receta favorita: Los pinchos tradicionales
- Su producto Maheso preferido: Churros
El Café Español es una de las casas de comidas con más solera de Santander. En el año 1900 se encontraba en los bajos del Gran Casino de la ciudad, entonces llamada Plaza del Pañuelo. Hoy, lo encontramos en la calle Atilano Rodríguez, punto de parada obligatoria para los amantes de la cocina de toda la vida. Y es que, en todos estos años de historia (más de un siglo desde su fundación), el establecimiento ha vivido altibajos, hasta que, hace una década, cogiera las riendas del negocio la hostelera Rosana Álvarez.
Con gran profesionalidad y mucha energía, Rosana ha logrado en estos 10 años recuperar el esplendor del Café Español, y lo ha erigido como uno de los establecimientos de cocina tradicional imprescindibles de Santander, muy afamado por su barra de pinchos y por sus platos de cuchara. Entre los secretos del éxito, comprar algunos de los mejores productos de Maheso profesional para sus platos, raciones y tapas de cortesía.
Con gran profesionalidad y mucha energía, Rosana ha logrado en estos 10 años recuperar el esplendor del Café Español, y lo ha erigido como uno de los establecimientos de cocina tradicional imprescindibles de Santander, muy afamado por su barra de pinchos y por sus platos de cuchara. Entre los secretos del éxito, comprar algunos de los mejores productos de Maheso profesional para sus platos, raciones y tapas de cortesía.
Rosana, ¿cómo llegó hasta la dirección del Café Español?
Yo ya conocía el local desde hacía tiempo. Por aquel entonces, llevaba 17 años en hostelería y sabía que era un buen momento para llevar mi propio restaurante. Cuando me enteré de que los dueños del Café querían dejarlo, les propuse el traspaso. Pero cuando llegamos aquí, vimos que había mucho por hacer. Tuvimos que recuperarlo y hacerlo todo a nuestro estilo.
¿Ha conseguido “el estilo” de restaurante que deseaba?
Tenía claro que queríamos hacer cocina tradicional, cocina casera, la cocina que a nosotros nos gustaría comer en casa. Hemos querido recuperar los sabores de antes. Sabemos que hay muchos otros locales con cocina de vanguardia, hay barras de pinchos que ofrecen mucha innovación, pero nosotros sabemos que ese no es nuestro nicho. Sí que a veces ponemos algún pincho más moderno, pero tanto en barra como en carta, lo nuestro es la cocina tradicional.
Con una barra tan amplia donde ofrece cinco tipos de tortillas, seis o siete tipos de sándwiches, y casi diez pinchos diferentes, además de un menú diario que cambia cada día… ¿Cómo logran organizar la despensa del restaurante?
El pescado, la carne, la fruta y algunas verduras nos las traen frescas a diario. Porque casi todos los platos de nuestra carta están recién hechos y con productos de mercado. Pero, además, cuando llega un cliente y nos pide algo que no ve, intentamos hacérselo al momento. Eso hace que tengamos mucho control en lo que compramos. Pero como no tenemos un supermercado en el restaurante, intentamos organizarnos. Y aquí Maheso también nos facilita mucho el día a día, porque todo lo que son complementos y acompañamientos de las raciones y de los platos combinados, también algunos pinchos, desayunos… es de Maheso.
Yo ya conocía el local desde hacía tiempo. Por aquel entonces, llevaba 17 años en hostelería y sabía que era un buen momento para llevar mi propio restaurante. Cuando me enteré de que los dueños del Café querían dejarlo, les propuse el traspaso. Pero cuando llegamos aquí, vimos que había mucho por hacer. Tuvimos que recuperarlo y hacerlo todo a nuestro estilo.
¿Ha conseguido “el estilo” de restaurante que deseaba?
Tenía claro que queríamos hacer cocina tradicional, cocina casera, la cocina que a nosotros nos gustaría comer en casa. Hemos querido recuperar los sabores de antes. Sabemos que hay muchos otros locales con cocina de vanguardia, hay barras de pinchos que ofrecen mucha innovación, pero nosotros sabemos que ese no es nuestro nicho. Sí que a veces ponemos algún pincho más moderno, pero tanto en barra como en carta, lo nuestro es la cocina tradicional.
Con una barra tan amplia donde ofrece cinco tipos de tortillas, seis o siete tipos de sándwiches, y casi diez pinchos diferentes, además de un menú diario que cambia cada día… ¿Cómo logran organizar la despensa del restaurante?
El pescado, la carne, la fruta y algunas verduras nos las traen frescas a diario. Porque casi todos los platos de nuestra carta están recién hechos y con productos de mercado. Pero, además, cuando llega un cliente y nos pide algo que no ve, intentamos hacérselo al momento. Eso hace que tengamos mucho control en lo que compramos. Pero como no tenemos un supermercado en el restaurante, intentamos organizarnos. Y aquí Maheso también nos facilita mucho el día a día, porque todo lo que son complementos y acompañamientos de las raciones y de los platos combinados, también algunos pinchos, desayunos… es de Maheso.
¿Por qué y cómo le facilita Maheso ese día a día?
Pues porque son productos muy fáciles de preparar, el resultado es muy bueno, de mucha calidad. La verdad es que es un complemento fácil y rápido de hacer, y el resultado, buenísimo.
¿Qué productos Maheso utilizan más?
Lo que más, posiblemente, todo lo que usamos para acompañar a nuestros platos combinados y raciones. Ofrecemos al cliente la posibilidad de acompañar los platos con croquetas, nuggets o fingers, de Maheso. También, gustan mucho las empanadillas. Y trabajamos bastante los churros, porque los ofrecemos en desayunos y meriendas. Es algo que sale muy bien, porque tenemos una freidora solo para churros, y eso hace que tengan un sabor muy bueno. Y es que, como decía, con los ingredientes Maheso, el resultado final es de mucha calidad.
Pues porque son productos muy fáciles de preparar, el resultado es muy bueno, de mucha calidad. La verdad es que es un complemento fácil y rápido de hacer, y el resultado, buenísimo.
¿Qué productos Maheso utilizan más?
Lo que más, posiblemente, todo lo que usamos para acompañar a nuestros platos combinados y raciones. Ofrecemos al cliente la posibilidad de acompañar los platos con croquetas, nuggets o fingers, de Maheso. También, gustan mucho las empanadillas. Y trabajamos bastante los churros, porque los ofrecemos en desayunos y meriendas. Es algo que sale muy bien, porque tenemos una freidora solo para churros, y eso hace que tengan un sabor muy bueno. Y es que, como decía, con los ingredientes Maheso, el resultado final es de mucha calidad.
¿Y cuál es el producto Maheso que gusta más a sus clientes?
No hay solo uno. Porque todo lo que no se cobra triunfa. Y nosotros en el Café, por ejemplo, todas las tapas con las bebidas las ofrecemos gratis. Cuando ofrecemos un Rioja con una croqueta, por ejemplo, sabemos que es un éxito asegurado. Pero al final el secreto no es qué ofrezcas, si no cómo lo has hecho. Porque insisto en que, lo importante es que, si se saben cocinar o regenerar bien los productos de Maheso, el resultado final es muy bueno. Nosotros tenemos la suerte de tener un cocinero muy bueno. Juan consigue siempre el mejor resultado. Tiene mucha experiencia en la cocina y cuando le pedimos un plato, se esfuerza mucho en prepararlo bien.
Juan es su chef, entonces ¿a usted la encontraremos siempre en la sala?
Yo estoy allí donde se me necesita. Si hay que echar una mano en la cocina, allí voy, pero está claro que ni mi mejor plato llega a ser el peor de Juan. Él es el mejor, así que mejor dejarle a él los fogones. Yo creo que tengo que estar con los clientes, porque al final, nos debemos a ellos. Pero bueno, también me encargo de las compras, y de toda la gestión.
¿Con qué momento o anécdota se quedaría de estos 10 años en el Café Español?
Hay muchas, pero siempre sonrío al recordar detalles como el que nos llegó de un cliente de Alemania, que nos envió por mensajero un postre y una postal, explicando que ese postre era el que se parecía a nuestra leche frita (un comentario que tuvimos cuando pasó por el restaurante); u otro cliente, que nos envió una figurita de la Virgen de Guadalupe de México, de su tierra natal. Nos encanta saber que los clientes que vienen de paso se acuerdan de nosotros cuando llegan a sus casas. También fue muy bonito durante los meses que cerramos en la pandemia todas las postales y cartas que nuestros clientes nos escribieron para darnos ánimos. Todos esos gestos y los que recibo cada día en las mesas cuando un comensal agradece nuestro trabajo hace que merezca la pena nuestro trabajo.
No hay solo uno. Porque todo lo que no se cobra triunfa. Y nosotros en el Café, por ejemplo, todas las tapas con las bebidas las ofrecemos gratis. Cuando ofrecemos un Rioja con una croqueta, por ejemplo, sabemos que es un éxito asegurado. Pero al final el secreto no es qué ofrezcas, si no cómo lo has hecho. Porque insisto en que, lo importante es que, si se saben cocinar o regenerar bien los productos de Maheso, el resultado final es muy bueno. Nosotros tenemos la suerte de tener un cocinero muy bueno. Juan consigue siempre el mejor resultado. Tiene mucha experiencia en la cocina y cuando le pedimos un plato, se esfuerza mucho en prepararlo bien.
Juan es su chef, entonces ¿a usted la encontraremos siempre en la sala?
Yo estoy allí donde se me necesita. Si hay que echar una mano en la cocina, allí voy, pero está claro que ni mi mejor plato llega a ser el peor de Juan. Él es el mejor, así que mejor dejarle a él los fogones. Yo creo que tengo que estar con los clientes, porque al final, nos debemos a ellos. Pero bueno, también me encargo de las compras, y de toda la gestión.
¿Con qué momento o anécdota se quedaría de estos 10 años en el Café Español?
Hay muchas, pero siempre sonrío al recordar detalles como el que nos llegó de un cliente de Alemania, que nos envió por mensajero un postre y una postal, explicando que ese postre era el que se parecía a nuestra leche frita (un comentario que tuvimos cuando pasó por el restaurante); u otro cliente, que nos envió una figurita de la Virgen de Guadalupe de México, de su tierra natal. Nos encanta saber que los clientes que vienen de paso se acuerdan de nosotros cuando llegan a sus casas. También fue muy bonito durante los meses que cerramos en la pandemia todas las postales y cartas que nuestros clientes nos escribieron para darnos ánimos. Todos esos gestos y los que recibo cada día en las mesas cuando un comensal agradece nuestro trabajo hace que merezca la pena nuestro trabajo.
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