El año 2020 ha representado un antes y un después para el sector de la hostelería. No solo la irrupción de las tecnologías y el crecimiento de las empresas de comida rápida han sido las causantes de estos cambios drásticos, también la adaptación del sector a la “nueva realidad” ha provocado cambios en usos y costumbres aposentados durante años. El restaurante del futuro ya no es tan futuro, es inminente.
Digitalización, comodidad y seguridad son los tres componentes esenciales del restaurante del presente y del futuro, pero también otro factor: el de la conveniencia. Y es que, tras la pandemia, los hábitos de consumo de los clientes y comensales ya no serán los de antaño, y, por tanto, los restaurantes no podrán seguir siendo lo que habían sido antes de ese señalado marzo de 2020.
En 2020 la comida para llevar (delivery y take away) y la venta online vivió un incremento imparable que aún hoy sigue creciendo. Pero no solo esto, también la venta de ingredientes, de alimentos y bebidas que los comensales luego pueden cocinar y consumir en casa, es una puerta más que se abre a una nueva oportunidad de negocio. Y es que, la solución para los restaurantes era, y es, reinventarse o morir.
Un nuevo modelo, el restaurante omnicanal
Posiblemente, si algo queda claro es que el modelo de restaurante o de bar con decenas de mesas pegadas unas a otras, incluso restaurantes con mesas para compartir, y las típicas con barras abarrotadas de clientes, han dejado de ser una tendencia.
El nuevo restaurante se adaptará a esta “nueva realidad”, a una nueva sociedad que impone nuevos modelos de negocio, más allá del servicio de mesa o de barra.
Además de la digitalización del restaurante, algo más que evidente, lo que marca el presente y futuro de la hostelería es el “todo en uno”. Son locales que ofrecen en un mismo espacio el convencional servicio de hostelería, pero también es un punto de venta retail, y dispone, además, de venta online y servicio a domicilio, es decir, busca satisfacer las demandas del consumidor de hoy.
Y es que el nuevo modelo de restaurante deberá ser omnicanal, porque el comensal espera una experiencia constante, sin importar el canal de ventas que utilice. Hay que recordar que el cliente puede llegar al restaurante en persona, por teléfono, a través de Internet, con un código QR, o a través de apps para pedir comida a domicilio. Por eso, el restaurante tiene que estar en todos esos canales, para satisfacer la necesidad de conveniencia, personalización, velocidad y consistencia que exige el nuevo tipo de cliente.
Dentro del apartado de conveniencia cumplirá una función importante el poder ofrecer algo más allá del servicio de comida elaborada, también el de tienda de conveniencia. Aquellos locales que se adapten y ofrezcan también productos elaborados o materias primas con las que su cliente pueda “seguir la experiencia” en casa, no solo convencerán, sino que alcanzarán a nuevos clientes y fidelizarán los existentes. Porque los usos y costumbres de los clientes han variado, y ahora, además de comer su plato favorito fuera de casa, también lo quieren disfrutar en casa o en la oficina. Pero, además, el alza de la comida hecha en casa, el aumento de los y las “cocinillas”, hace que sea recomendable ofrecer en los restaurantes también aquellas materias primas o productos que puedan ser elaborados en los hogares. Lo que queda claro es que el hostelero debe ofrecer algo más que el menú del día.
La experiencia lo es todo
De hecho, en este nuevo modelo de negocio, reinará la experiencia. Desde la robótica hasta la gestión de datos. El objetivo es innovar en modelos de negocio y de gestión, automatizar procesos y optimizar la experiencia del comensal, tanto el que hace el pedido desde su casa u oficina, hasta el que se desplaza para comer y aprovecha para llevarse a casa algunos productos que usará en la cena.
Esto pasa, evidentemente, por la digitalización, la presencia de canales de venta online, también por una buena imagen digital (web, y Redes Sociales, pero también presencia en aplicaciones de terceros), la oferta de take away y la venta de productos en el mismo establecimiento.
Para dar cabida a este nuevo modelo, los restaurantes se adaptan: menos mesas en el interior, con más espacio entre ellas, pero también nuevos mostradores con espacio para venta de comida para llevar o de productos artesanos o delicatessen.
De manera, que habrá que acostumbrarse a conocer nuevos términos como take away, delivery, neuromarketing, omnicanalidad y digitalización porque van a formar parte del vocabulario sector.