Ya las empezamos a ver hace unos años en fiestas y festivales al aire libre, pero la nueva normalidad las ha impulsado más allá de las previsiones de crecimiento. Las food truck o gastronetas son, de hecho, una nueva oportunidad de negocio para los restauradores con o sin local físico.
Las gastronetas no tienen sala, solamente cocina y una barra para atender a los clientes. Son restaurantes nómadas que suelen ubicarse en un espacio al aire libre donde los comensales no se sientan en mesas, solo piden y se llevan la comida y bebida para disfrutarlo en los alrededores de la food truck. Pero ¿cómo se puede tener una gastroneta? ¿Son necesarios muchos permisos?
Qué se necesita en España para tener una gastroneta
Fuera de España ya eran toda una tendencia al alza. Las food truck, o furgonetas o autocaravanas con cocina y servicio de venta de alimentos, ya hacían furor en países como Estados Unidos. De hecho, el fenómeno explotó realmente en las calles de grandes urbes norteamericanas, especialmente en New York, donde es habitual verlas en cualquier calle. Las food trucks neoyorquinas no suelen descansar nunca (abiertas 24/7), porque la ciudad tampoco duerme nunca. A España el fenómeno llegó hace un tiempo, pero no de igual forma, en parte por la prohibición general de vender comida en puestos callejeros.
A pesar de lo que se pueda creer, en España no existe una normativa única para regular este tipo de negocio, cosa que puede complicar algo la puesta en marcha de este. Cada ayuntamiento y cada Comunidad Autónoma tiene sus propias normativas, por lo que hay que tener en cuenta varios temas:
- Buscar la autorización sanitaria de la Comunidad Autónoma donde se va a desarrollar la actividad laboral.
- Disponer de carnet de manipulador de alimentos y tener carnet de conducción tipo B1 (si el camión no supera los 3.500 kg).
- Contar con un seguro de responsabilidad civil.
- Tener un vehículo que se encuentre correctamente homologado y que cumpla todos los requisitos interpuestos por la Comunidad Autónoma.
- Estacionar siempre en los lugares habilitados, porque según el Real Decreto 199/2010 no está permitido el libre estacionamiento de los camiones ambulantes.
Como es un negocio en auge, cada vez hay más ciudades que se están poniendo al día, y están regulando la venta gastronómica por itinerancia. Sin embargo, lo más habitual es que solo se pueda desarrollar en actividades esporádicas – ferias, festivales de ocio, de gastronomía o musicales, eventos deportivos… -, y durante periodos de tiempo específicos.
Lo que sí se puede realizar es estacionar y vender productos de alimentación en ubicaciones y estacionamientos privados con el previo consentimiento del propietario. Por ejemplo, en el caso de que un restaurante disponga de un amplio jardín y quiera ubicar una food truck en él no habría inconveniente para que así lo hiciera.
Más económico y rentable que un restaurante convencional
Para un emprendedor gastronómico, indudablemente, los costes y rentabilidad son algunos de los motivos para decantarse por este tipo de negocio.
Una food truck es mucho más asequible que un restaurante tradicional. No solo es más barato alquilar o comprar una furgoneta, camioneta o caravana, también la decoración y el mantenimiento conlleva menos costes.
Una oferta gastronómica divertida e informal
Además, la oferta gastronómica que generalmente se puede ofrecer desde una food truck también puede ser más ágil y menos costosa para el emprendedor. No es necesario tener una larga carta de especialidades complejas para satisfacer al comensal. El cliente de las gastronetas sabe que en ellas encontrará una oferta casual incluso fast food, aunque pueda ser con un punto y un toque diferencial.
Aquí, la cuarta y quinta gama puede ser la solución. Como lo son los productos congelados de Maheso para foodservice. Y es que, la oferta gastronómica de las food trucks suele ser ligera, divertida e informal. Son ideales aquí, las tapas y los snacks de Maheso, las especialidades orientales como los rollitos de primavera o bien, nuestros deliciosos churros. Solo se necesita un congelador, una buena freidora y un horno para regenerar los productos y ofrecerlos en divertidos envases de un solo uso. Lo ideal, tener una oferta fácil, que incluso se pueda comer con los dedos.
Para los clientes, la novedad, el precio más barato y la rapidez serán los factores que valorarán de forma más positiva.
La digitalización de la food truck
Aunque todo es menos estricto que en un restaurante con ubicación fija, hay algo que no hay que olvidar para el éxito del negocio de una gastroneta: la digitalización.
En el caso de las food truck también es importante este aspecto. Es muy recomendable disponer de un buen sistema de gestión para lograr tener todos los aspectos bajo control. Por ejemplo, los servicios TPV online ayudarán a los emprendedores a aumentar el control, la rapidez y la rentabilidad.
Y para que el restaurante nómada sea todo un éxito, hay que saber fidelizar clientes, o al menos, convertirlos en prescriptores para futuros clientes. Una buena web, la gestión de las Redes Sociales y el uso de aplicaciones móviles también pueden ayudar a que el negocio sea redondo.